Las abejas meliponas o abejitas sin aguijón producen una miel muy especial y apreciada por sus cualidades curativas y nutricionales. Se les conoce también como “abejas de los mayas” porque evidencias señalan que ellos iniciaron su domesticación y las criaban en troncos llamados jobones donde hacen sus colmenas.
La miel melipona ha sido usada desde tiempos inmemoriales como producto alimenticio y medicinal, y en Yucatán existen al menos 16 especies de abejas sin aguijón. Por desgracia, la abeja Meliponabeecheii de Yucatán ha sido desplazada por la abeja europea que se introdujo inicialmente a México en el siglo XVIII a través de la Florida. En ese momento fueron poco apreciadas a causa del aguijón y picaduras que causaban, y no es sino hasta fines del siglo XIX se comienzan a multiplicar, pues se llegó a la conclusión que eran mucho más productivas que las nativas.
Los antiguos mayas tenían amplios conocimientos sobre entomología y técnicas para la crianza de la melipona, y esto lo sabemos gracias al llamado Códice Trocortesiano o Códice Madrid, el cual fue enviado a Europa durante la conquista y actualmente se resguarda en el Museo de América, en Madrid. En este documento se retratan algunos aspectos de la vida cotidiana y ritual de los mayas de Yucatán, donde se señala que tenían un dios de la miel o Ah MucenKab (el que vigila la miel).
Los científicos que han estudiado el Códice saben que fue escrito e ilustrado por diferentes escribas, y uno de ellos, el arbitrariamente llamado escriba 9, era sin lugar a duda una persona con profundos conocimientos sobre los insectos incluyendo abejas; el equivalente al entomólogo.
Ya durante la Conquista, los mayas escribieron importantes documentos como el Ritual de los Bacabes, que reúne una serie de encantamientos curativos cuyo análisis permitió conocer las prácticas chamánicas mayas.
Entomólogos mayas
Luego de un estudio realizado al texto por la investigadora Genoveva Ocampo, se encontró abundante información sobre el uso de la miel para cada tipo de enfermedad que los mayas habían identificado: llámese trastornos del aparato respiratorio, digestivo, circulatorio, inmunológico, ojos, oídos, piel, boca y órganos internos, así como para calmar las fiebres y remedios para picaduras y mordeduras de artrópodos y vertebrados venenosos como serpientes.
También se sabe que los mayas preparaban bebidas rituales o fermentadas hechas a base de miel como el balché, al que le añadían la corteza del árbol de mismo nombre. Es por eso que durante la Colonia la Inquisición prohibió tanto la siembra del árbol como la preparación del vino de miel, por su estrecho vínculo con las idolatrías.
En el presente, todos sabemos que la miel es útil para combatir la laringitis y bronquitis tomando una cucharada cuatro veces al día. Igualmente, para combatir la molesta tos es muy efectiva combinándola con un poco de limón.
Remedios milenarios concluyen que la miel melipona es útil, e incluso milagrosa para combatir padecimientos oculares como carnosidades, cataratas, conjuntivitis, heridas o ulceras.
La receta es simple: solo se aplican dos gotas de miel en el ojo afectado hasta lograr la curación. Si el ardor es fuerte, se sugiere diluir la miel con agua hervida, aunque esto puede prolongar la duración del tratamiento. En el caso de ulceras, llagas y heridas de difícil cicatrización se aplica la miel tres veces al día en la superficie afectada.
En el tratamiento de hemorroides, se aplica directamente en el área afectada dos veces al día. Para las manchas en el cutis, ya sea por origen hepático, solar o del embarazo, se aplica generosamente sobre las manchas dejándola 20 minutos, para luego lavarse con agua tibia.
fuente: http://sipse.com/milenio/conoce-abejas-sin-aguijon-mayas-meliponas-125478.html