La monitorización de colmenas es un procedimiento mediante el cual se pueden conocer a distancia diversos parámetros relativos a la vida y salud de una colonia de abejas. Consiste en la instalación -no invasiva- de una serie de sensores y dispositivos en puntos clave de la colmena, de forma que podamos obtener datos como la temperatura y humedad interior y exterior, el peso y un contador de abejas que salen y entran diariamente en la colmena.
Todo esto es posible gracias a tecnologías diseñadas para este tipo de proyectos, y que cuentan con una amplia gama de microprocesadores, sensores periféricos, conectividad a Internet, y que a su vez son compatibles con sistemas electrónicos complementarios. En cuanto al software, a través de un entorno de programación se crea un programa que nos enviará todos los datos obtenidos de los sensores por Internet a una base de datos, una app móvil y/o una página web, todo en tiempo real.
Mediante el análisis del espectro de audio el apicultor, a partir de ciertos patrones de frecuencia, puede conocer y prevenir determinadas anomalías en la colonia que pueden afectar a su salud.
Mediante un analizador de color se puede detectar la presencia de avispas que pueden representar una seria amenaza, actuando mediante mecanismos sobre la piquera y evitando que la avispa invada el interior y destruya la colonia.
Para mantener en línea una colmena monitorizada, se necesita básicamente proveerla de conexión a internet y alimentación eléctrica, ambos de forma ininterrumpida. Cuando se trata de una colmena monitorizada en zona urbana resulta más sencillo, pues normalmente se dispone de suministro eléctrico cercano, y la conexión a internet puede ser vía WiFi o Ethernet. En zonas remotas también es posible, usando una placa fotovoltaica para proveer de energía y un módulo GPRS/3G/4G para establecer la conexión a Int
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